Un buscador no es aquel que encuentra, sino, aquel que es feliz en el hecho de buscar, y así fue como comenzó esta aventura, un pequeño grupo de locos aventureros partieron desde Madrid con el objetivo de poner la bandera de DOBLE en el pico más alto del mundo, sin saber que este sería un viaje que nos dejaría marca para siempre.
Pasó lo que tenía que pasar, entre tantas vueltas y traslados, uno no se da cuenta que el destino siempre tiene preparados planes más importantes que los que podemos hacer nosotros mismos.
El pueblo de Kavrepalanchowk visto desde la distancia, aún no sabíamos que el recuerdo de este sitio formaría parte de nuestra historia.
Así acabamos en Kavrepalanchowk, distrito de Nepal, donde descubrimos una escuela de educación básica con 103 años de historia que parecía detenida en el tiempo, un lugar en el que se han educado miles y miles de Nepalíes a lo largo de los años.
El alma de un pueblo perdido en el corazón de Nepal que ayuda a la sociedad haciendo lo más imprescindible, educar a las generaciones futuras, por que sin educación estamos condenados al fracaso.
Llegada al pueblo, donde nos recibieron decenas de niños que no podían dejar de sonreír al vernos llegar, verdaderamente emocionante.
No podíamos evitar sonreír al apreciar la cara de felicidad de los niños que corrían hacia nosotros para recibirnos, sabiendo que esa misma noche formaríamos parte de los comentarios en la sobremesa de algunas casas de familia del pueblo.
Muchas veces por vivir en la vorágine de sociedad en la que vivimos, nos es más sencillo quejarnos de todo, pensar que nos merecemos más de lo que tenemos o simplemente dar por descontado que la vida nos debe todo lo que nosotros queremos, la distancia y la perspectiva nos muestra que todo esto no tiene sentido, que se puede ser plenamente feliz con menos y que si nos lo podemos permitir tenemos la obligación moral de ayudar a quienes lo necesitan.
Los niños del pueblo disfrutando de sus nuevos balones, útiles escolares y uniformes.
Como una revelación, de esas que ocurren sin saber por qué, quizás por la situación, el entorno, la gente o simplemente nuestra naturaleza de no conformarnos con ser meros espectadores de lo que nos rodea, decidimos apadrinar a todo un colegio, el SHREE PANAUTI BASIC SCHOOL, mejorando sus infraestructuras, aportando material para los 283 niños que actualmente cursan sus estudios en el colegio, así como mejorar el material con el que cuentan los 14 profesores y 4 voluntarios.
La educación es uno de los pilares en los que se basa la sociedad moderna, contribuir a la educación de las futuras generaciones es la mejor forma de ayudar a las personas a salir adelante, esto es un ejercicio fondo, sabemos que no será fácil, pero queremos contribuir a alcanzar la meta que se han planteado internamente, y poder atender a los más de 400 niños que han pedido entrar en el colegio y hasta el momento no han podido hacerlo.
Todos los niños que a partir de este año forman parte de la familia de DOBLE.
Para poder centrarse en la educación es igual o más importante la nutrición, ya que los niños no pueden centrarse en los estudios si tienen el estómago vacío, no solo por la desesperación que ello genera, sino por la necesidad de nutrientes esenciales para el desarrollo cognitivo de los niños, es por ello que una partida de la aportación de DOBLE se destinará a la alimentación de los niños y las familias que forman parte del colegio Sharee Panauti.
Un encuentro inesperado que ha aportado más a nosotros que a ellos, por que al fin y al cabo nosotros sólo hemos aportado bienestar material que ayudará en el desarrollo futuro de esa comunidad, pero nosotros nos hemos llevado un sentimiento que permanecerá dentro y conseguirá robarnos una sonrisa siempre que el recuerdo se cruce en nuestras mentes o nuestros corazones.
Después de esta historia pudimos continuar con nuestro camino, no sin estar totalmente convencidos que nuestro verdadero objetivo en Nepal no era llegar a la cima del Everest, sino el de ayudar a un pequeño grupo de extraordinarias personas que el destino quiso poner en nuestro camino.
Marta con la bandera de DOBLE en el Everest, un sitio en el que no mucha gente ha estado, arriesgar está en nuestra naturaleza, doble o nada.
Y así fue como aprendimos que, estar en lo más alto no solo significa ser el mejor de tu sector (que también), significa hacer lo correcto cuando tienes la oportunidad de hacerlo.